Al hablar de la riqueza gastronómica de Méxicoes difícil no hablar de la importancia y presencia de los insectos en multitud de sus platillos. Los más frecuentes son los escamoles,el ahuautle, el gusano de maguey, las hormigas chicatanas y los chapulines. De estos últimos vamos a hablar en nuestro artículo de hoy.
Muchos años atrás los chapulines eran considerados como un alimento de los más desfavorecidos, pero con el paso de los años y en actualidad, su consumo se ha extendido por todo el país.
Oaxaca, Puebla, Guanajuato y Tlaxcala, son los estados con un mayor índice de cultivo. De hecho, es un reclamo turístico en estas zonas donde los agricultores organizan visitas por los cultivos de chapulines para los turistas.
Entre los chapulines comestibles destacarían los del género Sphenarium, Schistocerca, Taeniopoda, Trimerotropis o Spharagemon. Pueden comerse como antojito, como acompañante de platillos como tamales, tacos o quesadillas, y como ingrediente principal en la elaboración de salsas.
Además de sus interesantes propiedades culinarias, los chapulines son muy preciados por los mexicanos por sus propiedades nutricionales: alto contenido en proteínas, Vitamina A y minerales (zinc, magnesio o calcio).