Fundación COPADE - Comercio para el Desarrollo, impulsora desde hace 20 años del Comercio Justo, el Consumo Responsable y la preservación del Medio Ambiente, y distribuidora oficial de las marcas Tierra Justa y Pacari, quiere proponer una alternativa saludable al creciente consumo de azúcar. Así, mientras la Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de azúcar no sea superior a entre el 5% y el 10% de la ingesta total de calorías, en España el consumo es de más de 30 kilogramos por persona y año, lo que supone algo más del 16%.
Cifras que, para Javier Fernández, director de Fundación COPADE, “hacen más que necesario que nunca buscar alternativas más saludables que los azúcares refinados para endulzarnos la vida y que, a la vez, sean beneficiosas para la salud. Además, pequeños gestos como sustituirla en el café o en los postres por panela de Comercio Justo contribuyen al desarrollo social y económico de quienes la producen y, sobre todo, a mejorar el medio ambiente, evitando complejos procesos industriales contaminantes y fomentando la sostenibilidad de los entornos en los que se cultiva la materia prima”. Estas son algunas de las principales razones por las que se debe sustituir el azúcar refinado por panela:
Siete motivos para sustituir los azúcares refinados por panela
(1) El azúcar panela es la forma más natural de endulzar la vida. En su elaboración no se emplean aditivos químicos y se produce por la evaporación a altas temperaturas de los jugos de la caña de azúcar hasta que forma una melaza densa que termina de cristalizar en moldes. Una vez que estos bloques están ya secos son triturados para dar lugar a la forma más pura y sabrosa de azúcar de origen 100% vegetal y orgánico. Además, la forma más tradicional de prepararla requiere de la utilización de utensilios de cobre.
Solo así puede mantener intactas las propiedades de la caña de azúcar sin que se puedan ver alteradas por ningún agente externo. Así, en su composición se pueden encontrar minerales esenciales como magnesio, calcio, fósforo, o hierro, y, en menor medida, otros como potasio o zinc. Además, es una gran fuente de vitaminas A, C, D, E, y, especialmente, del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B8 y B9) hasta el punto de que solo 100 gramos contienen la cantidad diaria recomendada de estos nutrientes. Es, por tanto, un (2) superalimento.
(3) Mucho más que energía. Tampoco hay que olvidar que está formada por casi un 95% de sacarosa, fundamentalmente, pero también glucosa y fructosa. Hidratos de carbono de absorción rápida para resistir el día a día y, sobre todo, para aquellas personas que practican algún tipo de deporte. Y todo sin aportar calorías. De este modo, la panela es un 95% de energía, 1% de proteínas, 0,5% de minerales y, lo mejor de todo, su materia grasa es inexistente (0%).
(4) Una alternativa de lo más saludable, Además, refuerza el sistema inmunológico, fortalece los huesos y previene la osteoporosis, regula el ritmo cardíaco, ayuda a reducir la anemia y protege contra la caries. Sí, aunque se trate de un azúcar su alto contenido en fósforo y calcio fortalecen la estructura de los dientes y el potasio y el magnesio son capaces de neutralizar la acidez que las provoca. También encantará por su (5) inconfundible sabor en el que aún se aprecian los matices vegetales de la caña de azúcar de la que proviene y que recuerda al de la miel más suave. Panela en estado puro, más sabrosa y con mayor poder endulzante. Hasta el punto de que requiere menos de la mitad de cantidad para conquistar a los más golosos.
¿A qué se está esperando para probarla? Como alternativa saludable a los azúcares refinados, la panela tiene exactamente sus mismos (6) usos y aplicaciones en la cocina. Desde endulzar un café o un postre hasta elaboraciones gastronómicas más complejas como repostería, mermeladas, almíbares, zumos etc. y hasta donde llegue la imaginación. Tal es su poder de seducción que ha conseguido introducirse hasta en las cocinas de los chefs más famosos del mundo para dar vida a sus creaciones gastronómicas.
Por si todo esto fuera poco, además, el azúcar panela como el de Tierra Justa es (7) solidario y sostenible. Proviene de Ecuador donde las familias de la Cooperativa Maquita Cushunchic lo producen de forma tradicional y para las que trabajar desde el Comercio Justo con Fundación COPADE ha supuesto: mejorar la economía familiar mediante la estabilización de los precios a lo largo del año, la implementación de prácticas agrícolas que fomentan la conservación de los recursos naturales y el fortalecimiento del trabajo solidario. Respeto por el medio ambiente y un reparto más justo de la riqueza.