La pera (Pyrus communis) es uno de los frutos más característicos de esta época de otoño. Su apariencia es cónica y tiene una piel de color verde que se transforma en amarillo cuando la fruta alcanza la madurez. Cabe añadir que requiere de climas templados y húmedos para su crecimiento y desarrollo.
Respecto al uso gastronómico de la pera, esta se utiliza en la elaboración de vinos (especialmente sidra) y licores, mermeladas, jugos, licuados, conservas en almíbar, gelatinas y otros alimentos. En el campo de la salud se emplea para prevenir la presión arterial, obesidad, diabetes, alergias, estreñimiento, gastritis, enfermedades cardíacas, infecciones en la sangre y el cáncer.
En el mundo existen más de 2,000 variedades de peras, las cuales varían de forma, tamaño y color, entre estas destacan por su comercialización: Anjou, Bartlett, Bosc, Seckel y Kieffer.
En México cada año se producen más de 24 mil toneladas de pera, cuyos principales estados productores son Puebla, Michoacán y Morelos. A esto es importante agregar que se destinan al mercado internacional más de 40 mil toneladas de este producto.