Tenosique, en el estado mexicano de Tabasco, fue durante muchos años el principal centro de cultivo del chicle o goma de mascar natural. Ese chicle se obtenía de la savia del chicozapote, un árbol tropical originario de México y Centroamérica.
Haciendo incisiones en su corteza, los mayas recogían la savia que fluía hacia la base del árbol. Una vez seca, se obtenía una goma masticable que usaban para limpiarse los dientes o para engañar al hambre en los rituales de ayuno..
El chicle fue consumido durante siglos por los aztecas y mayas que habitaron el área; pero en el siglo XX, el producto empezó a cultivarse de los chicozapotes para su producción en masa en EE.UU. Ahora se consume masivamente una alternativa sintética, más barata.
En la actualidad, los artesanos indígenas labran hermosas figuras de la madera del chicozapote, y la goma natural de chicle se vende en los mercados especializados.
Fuente: Visit México
