Un juez ordenó revocar la prohibición impuesta a la siembra de maíz geneticamente modificado en septiembre de 2013.La decisión responde al recurso de amparo otorgado a la empresa de biotecnología Monsanto bajo el argumento de que el juez anterior invadió atribuciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) al ordenar la prohibición.
El debate en torno al maíz geneticamente modificado enfrenta a la asociación civil Demanda Colectiva, que inició el proceso legal en 2013 para detener su siembra al considerar que pone en riesgo la gran variedad de especies de maíz nativas, y a varias corporaciones trasnacionales, que defienden el mayor rendimiento de estos cultivos para los productores y para la industria.
La coalición de cientícos y campesinos que se oponen al maíz trangénico ya ha recurrido la decisión judicial argumentando que la resolución soslaya los riesgos para la biodiversidad y para la salud que suponen los cultivos genéticamente modificados.