Un grupo de parlamentarios europeos ha presentado en la última sesión plenaria de la cámara de Estrasburgo una apelación para que se establezca el año 2016 como Año Europeo contra el despilfarro de alimentos.
El documento señala en su argumentación que, mientras que 122 millones de ciudadanos de la Unión Europea se enfrentan al riesgo de pobreza, cada año se desperdician en los países miembros más de 100 millones de toneladas de alimentos.
Los parlamentarios hacen referencia a una resolución aprobada el 19 de enero 2012 por la propia cámara dirigida a impulsar estrategia para una cadena alimentaria más eficiente e insta a la Comisión a alentar a los Estados miembros a tomar medidas contra el desperdicio en todos los niveles de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.
La apelación resalta también la necesidad de abrir un diálogo con las partes interesadas para garantizar que los alimentos no vendidos, y en condiciones de ser aprovechados, se ponga a disposición de las organizaciones sociales.