En lo que va de 2015, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) abrió mercados para 22 productos mexicanos en 14 países de Asia, América y Europa.
Resultado de 22 negociaciones que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) ha realizado con sus contrapartes para el establecimiento de protocolos sanitarios, se logró la autorización para comercializar seis productos de origen vegetal y 16 de origen animal.
De esta manera, los productores mexicanos podrán exportar ajonjolí a Malasia, semilla de papaya a Argentina, grano de maíz a China, y tejocote, cítricos y chile manzano a Estados Unidos.
En lo que se refiere a productos de origen animal, a partir de este año se exportan accesorios masticables para mascotas a Canadá y Emiratos Árabes Unidos; alimento para mascotas a Chile; productos cárnicos de res a China; bovinos para cría y reproducción a El Salvador, y aves silvestres y de ornato a España.
De igual manera, se comercializa en Estados Unidos huevo para la industria de ruptura, así como composta y sebo y sus derivados, los cuales son utilizados como aditivos industriales.
A Japón se exporta huevo líquido; a Perú, antílopes silvestres y alimento para mascotas; a República Dominicana, aditivos para consumo animal; a Uruguay, equinos para cría y reproducción, y a Venezuela, ovinos y caprinos, también para cría y reproducción.
Todos estos productos se suman a los mercados recientemente abiertos para higo y pitaya de Morelos, Puebla e Hidalgo hacia Estados Unidos, así como limón persa a Corea del Sur, a donde productores de Veracruz y Jalisco han enviado más de 300 toneladas.
La apertura de más y mejores mercados es resultado del trabajo conjunto entre los productores y los gobiernos federal y estatales para cumplir con los exigentes estándares de sanidad e inocuidad que demandan los consumidores.
Cabe señalar que, para la exportación de productos de origen vegetal, los productores deben aplicar Buenas Prácticas de Producción Agrícola y de manejo fitosanitario de sus huertos, a fin de garantizar que sus frutos están libres de plagas cuarentenarias.
Además, deben registrar y certificar a los huertos y empaques en los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC), así como aplicar los programas de Buen Uso y Manejo de Agroquímicos (BUMA) para de garantizar que los productos son inocuos y están libres de residuos o contaminantes.
En lo que respecta a los productos de origen animal, los ganaderos y productores de cárnicos deben contar con certificaciones sanitarias y de inocuidad, entre lo que destaca el sistema Establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF).