El ascenso del restaurante Boragó de Rodolfo Guzmán al segundo puesto de la lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, en la que son mayoritarios los establecimientos mexicanos, peruanos, argentinos y brasileños, ha puesto los focos sobre la gastronomía chilena.
Su nombre no es nuevo en la lista. En 2014, ocupó un quinto puesto que saludaba con estas palabras "Quizás Chile podría ser la nueva cocina punta de lanza de Latinoamérica, después de todo nadie sabe nada de nosotros y esto podría transformarse en una gran oportunidad para muchos cocineros a lo largo del país, comunidades recolectoras y pequeños productores, ¿Quién sabe?"
La reflexión puede leerse ahora como un vaticinio. Latin America´s Best Restaurants pone en valor en esta nueva edición de la lista su condición de pionero en mostrar al mundo los ingredientes desconocidos de la despensa chilena. Raíces, cortezas, hojas, ramas, bayas y algas se incorporan de forma natural a la propuesta gastronómica del chef involucrado en un proceso de búsqueda permanente en el entorno, en los productos que ofrece el paisaje y en las cocinas chilenas indígenas como la mapuche.
La cocina de Boragó se nutre de los ingredientes que le proporcionan comunidades recolectoras y pequeños productores repartidos a lo largo de Chile y que, en ocasiones, son tan poco conocidos por los comensales chilenos como por los extranjeros. "La gente solía decir que no había buena comida en Chile. Ahora personas de todo el mundo viajan a comer aquí".
Además de Boragó, otros tres establecimientos chilenos figuran entre los 50 mejores de América Latina: el restaurante de cocina nikkei Osaka, de Ciro Watanabe (25) y Ambrosía, de Carolina Bazán (32), que repiten en la lista; y 99 Restaurante de Nicolás López y Kurt Schmidt (49), que han pasado también por los fogones de Boragó y entran por primera vez en el ránking.
