Las aguas frescas son muy habituales en las mesas mexicanas cuando empiezan a subir las temperaturas. Su consumo es la mejor alternativa a los refrescos y una buena manera de aprovechar la temporalidad de las frutas. Aunque en el mercado ya podemos encontrar todo tipo de productos procesados que nos permiten acortar su tiempo de elaboración, el sabor más auténtico se logra con las recetas tradicionales, también muy sencillas. Estos son algunos ejemplos:
Agua de sandía
Ingredientes
1 sandía
4 tazas de agua fría
jugo de 2 limones
miel o azúcar para endulzar
hielo
Elaboración
Retiramos la casca y las semillas de las sandía y cortamos la pulpa en trozos para licuar. Si no disponemos de la licuadora podemos extraer el jugo de la fruta amanualmente. Para ello, dejamos remojar la sandía en agua durante 10 minutos y luego utilizamos un colador y una cuchara para obtener el zumo. Vertemos la mezcla de jugo de sandía y agua en una jarra, añadimos el jugo de la lima y el endulzante -azúcar o miel- y terminamos con el hielo.
Agua de tamarindo
Ingredientes
4 tazas de agua
225 gramos de tamarindo
2 cucharadas de azúcar en polvo
hielo
Elaboración
Calentamos el agua en agua en un recipiente que retiramos del fuego ante de que llegue a hervir. Pelamos las vainas de tamarindo y las añadimos al auga. Dejamos que reposen durante 4 horas. Después, con un colador y una cuchara presionamos la pulpa de tamarindo para extraer su jugo, cuidando de desechar las semillas. Añadimos el azúcar a la mezcla y dejamos que enfríe en una jarra. La servimos con hielo.
Horchata de arroz
Ingredientes
2 y 1/2 tazas de arroz de grano largo
3 tazas de agua
1/4 taza de almendra entera escaldada
2 cucharaditas de canela molida
cáscara de lima rallada fina
1/4 taza de azúcar
tiras de la cáscara de lima
hielo
Elaboración
Lavamos el arroz con un tamiz o colador bajo el agua fría corriente y dejamos el cereal en remojo en un recipiente con auga durante 2 horas como mínimo y hasta una noche, si seguimos el consejo de las abuelas. Pasado este tiempo, escurrimos el arroz y reservamos 2 tazas y media del líquido que queda en el recipiente. Con ese agua, en una licuadora, trituramos y mezclamos el arroz, las almendras, la canela, la ralladura de lima y el azúcar. Cuándo la mezcla adquiera una textura cremosa, la servimos en vasos con cubitos de hielo. Utilizamos las tiras de lima para decorar.